lunes, 13 de diciembre de 2010

Editorial El Nacimiento de un Papel Parlante

Ha nacido ExpresArte. La gestación no tuvo complicaciones; pasó por lo normal: de lo banal y cursi a lo excelso e interesante. Sus padres, varios, algunos que incluso se están enterando por estas líneas, pasaron más tiempo imaginando que escribiendo ¡Vaya forma de traer a un ser! Luego se quejan por ese confuso elemento azaroso que nos define y que hace que el tiempo nos carcoma.

Sin embargo ha venido al mundo ¡Al Mundo, si! Quedó tan impactado que de sus hojas en blanco empezaron a emanar manchas de tinta. Eran como su llanto; pero no se prolongaron, pues a los pocos segundos cobraron forma mutando hacia sus primeras palabras:

_ ¡Verga esta es la Tierra!

Nos dijo en un titular. ¡Superdotado el carajito! Pues comprendió inmediatamente que tendría una misión difícil. Llegó a habitar un territorio en el que los medios se olvidaron de los protagonistas de la realidad (Los Seres Vivos) para dedicarse a construir una versión tergiversada de la misma. Tal situación perpetuó su crisis, empezó a arrugarse intentando acaso el primer suicidio editorial de la historia, hasta que uno de sus padres le dijo:

_ Tranquilo ¡harás vida dentro de una naciente Escuela de Arte!

Al escucharle se detuvo, lentamente desaparecieron las primeras palabras y su cuerpo volvió a estar firme, como si nos dijese que sólo así viviría en esta dimensión. Decidió entonces convertirse en nuestro cómplice, prestaría su cuerpo para debatir sobre las ideas en el arte. Su decisión nos intrigó y al unísono preguntamos:

_ ¿Por qué?

Y respondió:

_ Creo que es obvio que aguantaré de todo

En silencio y de manera telepática, entendimos la contundente respuesta. En la contemporaneidad el artista y su trabajo, el arte, se redimensionan; pues lejos de mantenerse al margen de lo que acontece en la sociedad, al asumir una actitud contemplativa, debe intervenir en la misma a través de su obra no sólo manifestando lo que percibe sino también proponiendo alternativas que transformen la realidad inmediata que, como ya se ha mencionado, ha sido alienada. Sólo el artista como observador analítico del Todo podrá realizar ese trabajo.

¿Cómo hacerlo? Fue la nueva interrogante. Ya sabíamos que los periódicos no surgen de manera espontánea; sino que obedecían a una razón de ser, a un propósito que determina las metas de un colectivo. Que eran los periódicos una herramienta para impulsar y promover ideas, acciones que fortalecen e inspiran un compromiso. Que éste había decidido vivir por la necesidad imperiosa de transformar a través del arte, una realidad con la que no se siente conforme. Una realidad que niega su propia existencia, que aparece inmutable e indiferente.

Nuevamente, en conjunto pensamos: Su sacrificio debe valer la pena; por eso contamos contigo lector. Abandona tu indiferencia hacia la cotidianidad (ya vuelta metástasis) y asume esta paternidad empezando a esculpir el destino de este nuevo ser que ahora tienes en tus manos y que llegará a ser lo que tu quieras que sea.

No olvides que como los medios las artes también comunican. Y es precisamente ese vínculo el que nos permitirá actuar como un sigiloso pero efectivo agente de transformación cultural. Los medios perdieron la brújula; no permitamos que las expresiones culturales terminen de extraviarse.

¿Tiene entonces poder el arte? ¿O deberíamos preguntar si más bien tiene un deber? ¿Si es capaz de generar una experiencia estética tendrá la capacidad de liberarse y asumir la transformación de la historia? ¿Cuál es entonces el papel del arte en un mundo marcado por profundas desigualdades? ¿Cuál es el del artista, un ser aparentemente inofensivo?

Se te ha anunciado un nacimiento… Te invitamos ahora a acompañar una VIDA… CONTAMOS CONTIGO

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